EUROPA
PRESS
14 mayo
2019
Revelan
el papel clave de una proteína en la obesidad
Independientemente de cuánto hagas
ejercicio o cómo de equilibrada sea tu dieta, controlar el peso está más
relacionado con el cerebro de lo que podrías pensar. En un estudio publicado en
'Journal of Clinical Investigation', científicos del Centro de Investigación
del Hospital de la Universidad de Montreal (CRCHUM, por sus siglas en inglés),
en Canadá, muestran en ratones que la proteína de unión a acil-CoA, o ACBP,
tiene una influencia directa en las neuronas que permite que los roedores y los
humanos mantengan un peso saludable.
En abril de 2015, Thierry Alquier, investigador de CRCHUM y
autor principal de este estudio, ya había revelado, junto con su equipo, que
esta misma proteína permitía a los astrocitos, células que soportan las
funciones neuronales, comunicar variaciones en los ácidos grasos y los lípidos
en la sangre a las neuronas. Gracias a esta información esencial, el cerebro
puede ajustar la ingesta de alimentos y el gasto de energía y, en última
instancia, controlar el peso de su propietario.
"Con colegas del laboratorio NutriNeuro de la
Universidad de Burdeos [Francia], ahora mostramos que las neuronas que reducen
la ingesta de alimentos, conocidas como neuronas proopiomelanocortinas o
neuronas POMC, están en estrecha comunicación con los astrocitos que producen
la proteína ACBP en un área específica del cerebro: el núcleo arqueado del
hipotálamo", dice Thierry Alquier, profesor asociado de la Universidad de
Montreal.
Dos poblaciones de
neuronas funcionalmente opuestas
Esencial para el control de la alimentación y el
metabolismo, esta área del hipotálamo contiene dos poblaciones de neuronas con
funciones opuestas cuando se activan: la primera lleva a un incremento en la
ingesta de alimentos; la segunda, las neuronas POMC, comunes en los animales y
los seres humanos, promueve una reducción de la ingesta de alimentos y un
incremento del gasto de energía.
"Las mutaciones genéticas explican entre el 5 y el 10
por ciento de los casos de obesidad, dice Alquier. Entre estos casos, una gran
proporción está relacionada con una interrupción de esta vía neuronal conocida
comúnmente como la vía de la melanocortina. Observamos que la eliminación del
gen ACBP en los astrocitos del núcleo arqueado promueve la obesidad. En ratones
que se modificaron genéticamente para ser obesos, observamos en el laboratorio
que inyectarles diariamente ACBP reduce la ingesta de alimentos y la pérdida de
peso en el orden del 5 por ciento durante cinco días, un mecanismo que depende
de la activación de las neuronas POMC".
Sin embargo, el investigador instó a la precaución en la
traducción de este descubrimiento a los humanos, ya que este estudio se
encuentra en la etapa de investigación básica y se llevó a cabo en el
laboratorio con ratones. Reconocida por la Organización Mundial de la Salud
como un problema de salud pública mundial, la obesidad es un factor de riesgo
importante para ciertas patologías crónicas, como la diabetes tipo 2, las
enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer, y para los trastornos
musculoesqueléticos y la muerte prematura.